UN VÍNCULO PARA CONECTARNOS CON LO QUE NOS RODEA
En muchas ocasiones nos damos la oportunidad de viajar y conocer nuevos lugares; algunos imponentes con grandes infraestructuras y otros con gran cantidad de espacio verde; pero solo cuando nos maravillamos por esos imponentes paisajes que nos ofrece nuestro planeta, decimos “que lindas árboles ¿qué serán?… que lindos animales ¿cómo se llamarán?, sin percatarnos que justo a nuestro alrededor, en aquellos lugares donde convivimos la mayor parte de nuestra vida también se encuentra lleno de esa maravilla verde.
Nuestra institución cuenta con gran cantidad de espacios verdes, dispuestos a lo largo de todo el plantel; lugares que en muchas ocasiones han ofrecido un momento agradable, de alegrías y carcajadas, pero también momentos donde las lágrimas ruedan por nuestras mejillas y solo encontramos un reconfortante espacio donde somos nosotros mismos, espacios que callan y sin darnos una sola palabra nos acompañan y entienden.
Cuántos profesores hemos encontrado el espacio ideal para explicar cualquier tema, física, química, matemáticas y por supuesto ciencias naturales… o solo para encontrar un momento de acompañamiento cercano con nuestros estudiantes, tomando como referencia el contexto general de los árboles o las aves que observamos en muchas ocasiones acompañándonos, o simplemente dejándonos llevar por la pasividad que genera el lugar; pero de tantos momentos vividos en nuestra querida institución, nos hemos preguntado “qué o quién” nos acompaña, porque realmente son organismos que conviven con nosotros y podríamos decir que hasta sienten nuestra presencia.
Esta pandemia ha generado en cada uno de nosotros un sentimiento de extrañeza, donde aquello que era tan cotidiano ahora se ve como un paisaje sombrío; lugares que en muchos momentos descuidamos y hasta maltratamos, hoy no solo los extrañamos sino anhelamos ver nuevamente.
En ocasiones cuando me encontraba contemplando a los estudiantes en cada uno de los espacios me venía una sola pregunta a la mente, ¿realmente amamos estos organismos que nos rodean?, pero desafortunadamente tendríamos que pasar una prueba como esta, donde no podemos convivir con aquellos que día a día estuvieron a nuestro lado, no podemos permanecer en aquellos lugares que consideramos ocasionalmente monótonos y solo la lejanía nos haría extrañarlos.
Sin pensar que la pandemia nos alejaría de estos espacios verdes tan importantes para nosotros, junto con el estudiante Julián Torres del grado undécimo, nos dimos a la tarea de generar una forma de no solo crear un vínculo digital que nos permitiera conocer “quienes” hacen parte de este entorno, sino de generar un vínculo emocional que permitiera establecer una relación de cercanía y así dar un punto de partida que permitiera forjar una conciencia ambiental de cuidado con aquello que nos rodea.