Formar en la integralidad implica llegar a todas las dimensiones del ser humano, tener en cuenta su contexto, abarcar su realidad, es mirar sus necesidades, sus proyecciones, sus habilidades, su forma de pensar, de sentir, acercarse a sus querencias. Desde la mirada de los anhelos, formar seres humanos que en su impronta lleven implícitos valores puestos al servicio de los demás.
Ser un líder significa generar expectativas y despertar el ánimo para trabajar por los demás, volverse la voz del que no se atreve o convertirse en la imagen del que no es visible. El personero escolar se convierte en ese puente valioso que hace visible y significativa la vida de la comunidad escolar, es el logro más grande que un estudiante puede alcanzar por mandato y decisión de sus compañeros, convertirse en esa voz, es la gratificación más representativa para quien asume esa inquietud.
Luis Ortiz ha sido el reflejo de lo anterior, a lo largo de su proceso escolar se ha destacado por es un estudiante ejemplar que se preocupa por el otro y lleva el nombre de la institución como marca personal, el deporte ha sido parte indiscutible de su proceso y ve en él la fuente de aprendizajes tan significativos como lo son la disciplina, dedicación, tolerancia y entrega.
Nuestro personero escolar ha puesto al servicio de sus representados la iniciativa, la solidaridad, la amistad, el compromiso, el deseo de trabajo, la inquietud y el trabajo por el bienestar pensando que la experiencia de la vida es el mejor tesoro y el mejor regalo que la vida de colegio le puede regalar, por el esfuerzo y el trabajo de visionario a quien busca sacarle el mejor provecho a cada instante de vida que la vida misma le ofrece.