f

Ofrecemos una propuesta educativa innovadora, la cual promueve en nuestros estudiantes el amor por el arte, la ciencia y el medio ambiente, utilizando estrategias novedosas.

Hernando González Maldonado: el maestro del paisaje

hernando gonzalez maldonado

Al igual que siempre, el maestro Hernando González Maldonado se levanta temprano, toma una ducha, come un buen desayuno y da un paseo por los jardines de su Colegio Campestre Goyavier. 

Antes de la pandemia esta rutina era acompañada por la llegada de niños y niñas, hoy ha cambiado un poco, por los jardines ya no suenan las llantas arrastradas de las maletas de los niños, ni los saludos efusivos de ellos gritando desde las gradas: «¡Buenos días Maestro!». Sin embargo, con la ausencia de los niños, el maestro sigue proyectando su obra, con la esperanza de que los jardines y en especial el colegio mismo, recupere el propósito de su existencia. 

Aunque el Maestro extraña las risas, el sonido de los zapatos de niños y niñas corriendo por el colegio, su dedicación por el entorno, las personas y  la pintura no ha tenido descanso. Si bien la fortuna, fue y es huidiza para muchos en este año, el Maestro no ha hecho más que seguir compartiendo de la suya, y no solamente la monetaria, sino esa que silenciosamente el Maestro ha cultivado a lo largo de su vida, esos gestos de generosidad con las personas más necesitadas. Gestos encaminados para que varias personas en lugares opuestos del área metropolitana, pudiesen tener un plato de comida para acostarse cada noche o para que una madre pudiese tener un trabajo para sostener a sus hijos.

En medio de lo acontecido en el año 2020, para el Maestro, los lienzos, pinceles, aceites de linaza, paletas y su infaltable bata, han tenido más acción que en muchos años. Como es de esperar, pincelada tras pincelada, seguida de algún brochazo para matizar, el Maestro persigue un paisaje del cual nunca se quiere alejar. La pintura de su vida es un paisaje en el que todos y cada uno de los estudiantes, profesores y padres de familia vuelvan ocupar su lugar. 

La esperanza lo persigue por donde quiera que ve, cada trazo de su obra es una reminiscencia por cada aprendizaje que la vida le ha dado, en los paisajes de este año imprime la inevitable reflexión que le es habitual: «en este mundo se necesita de amor, comprensión, lealtad y humildad». Valores que se exponen en cada una  de sus acciones, piezas pictóricas, en la obra misma que va más allá de sus bodegones llenos de belleza, su gran obra, que habita, vive y resiste en la memoria de cada niña y niño, joven y adulto que ha pisado el Colegio Campestre Goyavier. 

El Maestro sigue levantándose temprano, toma su ducha, come un buen desayuno, que con ahínco y determinación lo impulsa a seguir paseando por los jardines del colegio, a la espera que pronto regresemos.

Ofrecemos una propuesta educativa innovadora, la cual promueve en nuestros estudiantes el amor por el arte, la ciencia y el medio ambiente, utilizando estrategias novedosas.

Publicar un comentario