Vivimos en un mundo en el que ya nada es permanente, duradero o estable, en el medio educativo, lo que ayer fue una verdad hoy ya se está renovando o replanteando, todo se ha vuelto impredecible, fugaz y cambiante. Este 2020 se ha convertido en uno de los años en los que lo impredecible ha sido una constante, muestra de ello:
- Pasamos de un primer trimestre en presencialidad a un 100% de la virtualidad para el resto del año.
- Tuvimos cambios generales a nivel de la cultura organizacional institucional, para asumir los nuevos retos que generó la virtualidad.
- Vivimos cambios de horario, planeaciones, mediaciones, ayudas didácticas, entre otras, generando un esfuerzo permanente de todo nuestro equipo docente, administrativo y directivo.
- Afrontamos el impacto enorme en cada uno de los hogares, adecuaciones de espacios, manejo de horarios, nuevos roles, afectaciones emocionales, económicas, entre otros.
Esta nueva realidad, tan atípica y coyuntural, nos ha invitado permanentemente a repensar nuestro papel y rol en esta sociedad, repensarnos como Institución formadora para la vida, entenderlas nuevas interacciones y organización familiar.
Nuestro propósito, como institución formadora, es la innovación permanente, el asumir los cambios y retos que la vida nos depara, estar a tono con todos los requerimientos y lineamientos que establecen el Ministerio y la Secretaría de Educación Municipal para estar comprometidos con un 2021 mucho más fortalecido a nivel integral. Por esta razón trabajamos en:
- La preparación permanente y fortalecimiento de la virtualidad, alternancia o presencialidad
- El fortalecimiento a nivel familiar, entendiendo que esta es una nueva oportunidad de apoyarnos y estar más unidos, sacar lo mejor de nosotros a nivel espiritual y en valores, repensar nuestra vida en torno a todos los ámbitos del ser humano.
Siempre nuestra inquietud como colegio ha sido ¿para qué tipo de sociedad estamos preparando a nuestros estudiantes?, ese es uno de nuestros más grandes retos institucionales, educar ciudadanos para la vida, todos los días trabajar en pro de este gran objetivo.
Por otra parte, es importante seguir trabajando en el desarrollo de una cultura de respeto por la diferencia, del “ser” integral, incentivar permanentemente los valores; la pandemia, nos ha dejado grandes enseñanzas, como el crear siempre nuevas oportunidades, visibilizar nuevas opciones de vida, reinventarnos permanentemente, entendiendo que quizás lo que ayer fue verdad, hoy merece ser mirado con otros ojos. Este es el momento de tener presente que siempre “educamos para la vida y por la vida misma”. Mil bendiciones a todos este año 2020 y que el 2021 esté lleno de nuevos retos para continuar fortaleciéndonos como la GRAN FAMILIA GOYAVERIANA.
Mauricio Oviedo Varón
Rector
Colegio Campestre Goyavier
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